29.9.09

El Sistema Nacional de Salud español cae al puesto 21 en el EHCI

El Euro Health Consumer Index (EHCI) se ha convertido en los últimos años en una herramienta de medida comparativa de los distintos sistemas de salud europeos. Compara un total de 33 sistemas nacionales de salud a través de 38 indicadores, separados en seis subdisciplinas, todas ellas clave para los consumidores de salud: los derechos del consumidor e información; el ‘e-Health’; las listas de espera para obtener tratamientos; los resultados obtenidos tras los tratamientos; el acceso a los servicios médicos y el acceso a medicación.

En la última edición del EHCI, presentada ayer en Bruselas, se observa que el Sistema Nacional de Salud (SNS) baja tres posiciones y se sitúa en el número 21 en la lista de los 33 sistemas de salud europeos examinados. Así, España sale del grupo de los 20 primeros sistemas de salud, tras conseguir sólo 630 puntos de los 1000 posibles.

El Dr. Arne Björnberg, director del estudio Euro Health Consumer Index denuncia que “el sistema de salud público en España parece incapaz de desarrollar una estrategia para mejorar el acceso y la calidad de los servicios que ofrece, lo que explica el gran desarrollo que ha sufrido el sector privado en los últimos años. Por ello, se necesitan, y cada vez más urgentemente, cambios drásticos que provoquen una mayor eficiencia y calidad”.

Más concretamente, el estudio sitúa a España por detrás de países como Hungría, pero por delante de Croacia, obteniendo una puntuación similar a la de muchos países del Este de Europa. El SNS resulta valorado aceptablemente en los 3 últimos subíndices, lo que parece avalar la calidad de sus profesionales sanitarios, pero “suspende” en los aspectos de derechos e información a los pacientes, en la aplicación de la informática a la Salud y en las listas de espera.

Los países que ocupan los primeros puestos de la lista han desarrollado durante los últimos años herramientas para que los pacientes tengan información suficiente y puedan tomar sus propias decisiones, provocando una gran presión para que el sistema mejore. Por el contrario, los países que copan los últimos puestos del ranking se corresponden con aquellos que tienen sistemas de salud en los que predomina la jerarquía y la falta de transparencia. Según este documento, las diferencias observadas contradicen uno de los principios básicos de la UE, el de igualdad y solidaridad.